Es conocido por todos que emprender un nuevo negocio en España suele ser visto como una empresa arriesgada y cuesta arriba, a lo largo de los últimos años el ciudadano promedio ha preferido la seguridad que brinda el cargo de funcionario, o bien el de empleado en la empresa privada. Sin embargo, la actual crisis puede ser una oportunidad de tomar el riesgo de llevar adelante su propia empresa.
Una de las principales limitaciones para el emprendedor es la valoración social del riesgo que esto implica, según el informe de la Fundación Ciencia y Desarrollo reflejado por elportal Madrid Más sólo el 12,4% de los estudiantes españoles manifiesta deseos de montar su propio negocio en comparación con el 40.1% que quiere trabajar en la administración pública según un estudio de la Fundación BBVA.
Además, según Santiago Romo, Coordinador de la Red de Oficinas de Transferencia de Resultados de Investigación (OTRI) de las universidades españolas, sólo un 18% de las empresas españolas tiene acuerdos con las universidades para realizar proyectos. Por otra parte, esta tasa podría convertirse en una oportunidad para el estudiante con buenas ideas.
Pese a las dificultades, cada día son más las alternativas empresariales que surgen al amparo de la universidad según la OTRI de las universidades españolas, actualmente 1.064 compañias se han beneficiado del apoyo que brindan los campus a sus emprendedores.
Dicho estudio de la Fundación Ciencia y Desarrollo también señala que el perfil del emprendedor promedio es el de un joven entre 24 y 35 años egresado de Ingeniería y con nociones de gestión empresarial.
Estos datos si bien nos muestran el poco auge de estas iniciativas, indican un espacio de mercado con posibilidades de expansión, particularmente para aquellos jóvenes que tengan buenas ideas de negocio y decidan buscar apoyo en sus centros de estudio para llevarlas a cabo, a la larga el empresario necesita ideas innovadoras y el estudiante de apoyo para llevar a cabo su idea.
También es innegable que la crisis actual nos obliga cada vez más a contemplar esta posibilidad como una opción real, pues el paro evidencia que la posibilidad trabajar para una empresa es cada vez más esquiva. Según RTVE el paro juvenil ya alcanzó en España el 48,9% de la población, mientras que el desempleo general alcanza el 22,8% de la población.
Pero para esto serán necesarios algunos cambios al ordenamiento jurídico que incentiven la creación de empresas, pues las investigaciones indican que el trámite burocrático para constituir una empresa en territorio español no es precisamente alentador.
Según el Informe de Competitividad Global del Foro Económico Mundial, España requiere un promedio de 10 procedimientos para constituir una empresa y un promedio de 47 díaspara llevarlo a cabo, ambas tasas como podemos ver están por debajo de la media europea, lo que a la larga nos hace menos competitivos frente a otros mercados, y complica el crecimiento de las tan necesarias PYMES.
Esta claro que el camino no será fácil pero quedarse en casa de brazos cruzados tampoco parece ser una alternativa, el camino es presionar por mejorar jurídicas para los emprendedores y al mismo tiempo tener fe y constancia con en el proyecto personal.
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